La
organización enfocada en proyectos se ha convertido en una necesidad a la hora
de implementar cambios que resulten en mejoras en la eficiencia y
competitividad.
Las
organizaciones deben tomar conciencia y desarrollar una buena metodología que
les permita reducir los riesgos y costos. La gestión de proyectos aporta grandes
beneficios en estos rubros y genera ventajas tanto en términos de maximización
de calidad como de manejo eficiente de recursos. La gestión de proyectos se
define como la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y
técnicas a las actividades de un proyecto para satisfacer los requisitos.
En este
contexto, el rol del Gerente de Proyecto es clave para el éxito de los
proyectos, siendo el encargado de gestionar las restricciones del mismo: el
alcance, la calidad, el tiempo, los costos, los riesgos y la satisfacción del
cliente (interno y externo).
Según www.americaeconomia.com dentro de las principales tareas del
Gerente de Proyecto se encuentran:
1. Definición y
presentación del proyecto: El Gerente de Proyecto debe participar en la
definición del mismo y en la presentación de las etapas. Teniendo un rol de
intermediario entre la gerencia y los responsables de las tareas.
2. Planificación: Una
vez definida la presentación se deberá pasar a la planificación, momento clave
en donde se definen fechas, plazos, responsables, recursos y costos.
3. Establecer los
objetivos: El Gerente de Proyecto debe definir los objetivos en función de la
petición del directorio o cliente.
4. Supervisión de
tareas: Esta es su función principal o al menos, generalmente, la más valorada.
El Gerente de Proyecto debe estar al tanto de cada tarea, medir su evolución y
el desempeño de los involucrados, así como también detectar los riesgos
asociados. Gran parte del éxito o fracaso de los proyectos depende del grado de
supervisión.
5. Implementación de
soluciones o cambios: Finalmente es fundamental que tenga la capacidad de
gestionar los recursos, implementando cambios y soluciones. Esto exige contar
con la capacidad de evaluar con criterio y de forma constante el avance del
proyecto, dado que el Gerente de Proyecto debe decidir cuándo y cómo intervenir
en el proceso.
Implantar la gestión
de proyectos es sólo posible si existe un involucramiento activo de un sponsor
empoderado en la empresa, y éste debe asegurarse de incorporar un profesional
que cumpla efectiva-mente con el rol del Gerente de Proyecto.
Desde nuestra
experiencia sabemos que la falta de tiempo o competencias específicas en las
organizaciones puede generar que sus colaboradores no puedan cumplir con este
rol o por lo menos no de forma eficiente. Por esta razón muchas organizaciones
optan por tercerizar el rol. Una buena gestión de los proyectos representa
eficiencia para alcanzar los objetivos del proyecto y, por ende, del negocio.