Seguramente, todos tenemos un sueño por cumplir o una meta
por alcanzar, aunque en el camino nos enfrentamos a retos, dudas, cambios y
problemas que se nos escapan o no sabemos cómo manejarlos.
El coaching es una herramienta que permite que te respondas
a esas preguntas y te encuentres contigo mismo.
A continuación te presentamos algunos beneficios del
coaching que pueden ayudarte tanto en tu
vida profesional como personal:
1.- Descubrir:muchas veces nuestra mente cae en un
bucle y quedamos anclados en una conclusión o en una forma de resolver el reto
que tenemos que afrontar. El coach debe generar preguntas que reten nuestras
soluciones y paradigmas, ya sea para reafirmarnos o ver su incoherencia, y de
esta forma descubrir planteamientos que hasta entonces no nos habíamos hecho.
2.- Desahogar:¿en quién podemos confiar en una
organización donde posiblemente tengamos competidores, rivales o sencillamente
tengamos que "vender” la imagen de que todo lo tenemos controlado? El coach es
ese confidente donde podemos quitarnos la máscara que nuestro contexto o
nosotros mismos hemos puesto sobre nuestra persona.
3.- Desarrollarse:suponiendo que ya sepamos de
nuestras debilidades como profesionales, ¿qué podemos hacer para mejorar? Tal
vez nos apuntemos en algún curso sobre "gestión del tiempo”, "trabajo en
equipo”, "liderazgo”, etc. El desánimo, la falta de tiempo, el día a día, hace
que pospongamos aquellos aspectos de nuestro desarrollo que necesitamos
mejorar.
4.- Parar y reflexionar:¿cuándo nos paramos a pensar y
a tomar perspectiva de lo que hacemos y de cómo lo hacemos? Realmente, siempre
estamos en un "corre corre”. Sin embargo, podemos conectar con reflexiones profundas
y valiosas, cuando hallamos un espacio para poner las cosas en contexto. Para
ello es esencial tener a tu disposición una persona con la capacidad de
ayudarte a colgar tus pensamientos y sentimientos.
5.- Gestionar conflictos:parte del reto del coach es
ayudar a encontrar esa serenidad desde donde poder encontrar, no la solución
que más nos apetece, sino la mejor desde el punto de vista práctico y
emocional.
6.- Analizar a tu personal:¿cuánto tiempo dedicamos a
diagnosticar a nuestro equipo? Tener un tiempo a la semana o al mes, para que
alguien nos ayude a esa evaluación profunda de cada pieza de nuestro equipo,
nos puede hacer que tomemos medidas y acciones para hacerlo aún mejor.
7.- Cambiar hábitos:nuestra inercia nos genera
comodidad. Su trabajo es que descubramos los beneficios de tener otros hábitos
(mejor organización, mejora en la escucha, trabajo más eficiente, etc.) y para
ello es necesario un seguimiento y un feedback hasta que estos nuevos
comportamientos estén interiorizados.
8.- Jerarquizar acciones: la mayoría de los directivos que
conozco trabajan y organizan la agenda en su mente. Es decir, en 3D. El coach
ayuda a pasar de 3D (todo en la mente) a 2D (al papel). ¿Qué es lo más urgente
o realizable en el corto plazo y que repercusión tendría en la organización?
9.- Ser líder:partiendo de qué se lidera cuándo
impulsamos un cambio (de otra manera sólo somos "gestores”), ¿cómo estamos
llevándolo a cabo? En ello hay muchas resistencias e incomodidades. Un coach
especializado en la implementación del cambio, ayudará a ver todo el mapa:
personajes, tipos de resistencias, sabotajes, estrategias, alianzas, fases,
conflictos, etc.
10.- Ser coach de tu gente:experimentar el coaching
como coach, hace que éste descubra otra forma de gestionar las personas, los
conflictos y los retos. No dar la solución ni dar consejos, sino ayudar a que
la persona encuentre su propia solución, con toda la información (datos y
emociones) que maneja, hace que el propio directivo se plantee incorporar este
estilo a su paleta de colores a la hora de gestionar personas.
Estos beneficios son las principales razones por las cuales
debes aceptar el coaching. Permite que te ayuden y así podrás sembrar la
autoconfianza que necesitas para cumplir tus sueños.